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No te pierdas la vida

Fotógrafo: René Lutz
Vive la vida profundamente,
vive la vida intensamente,
vive la vida conscientemente,
vive la vida coherentemente.

Que cuando llegue el momento de dejar esta vida no haya nada que quisite hacer y reprimiste, o no te atreviste.
Que cuando llegue el momento de dejar esta vida no haya nadie a quien no amaste porque los demás así te lo aconsejaron.
Que cuando llegue el momento de dejar esta vida no tengas nada de lo que arrepentirte, que tu comportamiento haya sido coherente sobre todo contigo mismo y con tus propios valores.

No lo pienses, no lo dejes para más tarde, no lo compliques, no tienes tiempo para todo eso. La vida pasa y no nos damos cuenta.

La desperdiciamos con tonterías: enfadándonos, preocupandonos, haciendo planes que en realidad se quedan en sueños que nunca alcanzamos, creando estrategias, escuchando chismorreos, peleando, discutiendo, quejándonos.

No sigas por ese camino. Disfruta de tu gente, diles cuanto les quieres, disfruta de lo que tienes no pienses en lo que te falta, disfruta del aire, del sol, del canto de los gorriones, de la musica que sale de esa tienda por la que pasas, de dar los buenos días a quien te cruces, de sonreir cuando vayas a comprar, de ayudar a quien lo precise, del piquito de pan de esa barra que acabas de comprar, de una onza de chocolate antes de dormir, de una copita de vino con la comida, de cocinar para los que amas, de tu pareja, de la sonrisa de tus hijos, de estar ahí para abrazarles cuando lo necesitan, de que tienes unos ojos sanos que te permiten leer este texto y de que fuiste a la escuela y aprendiste a leer, de que tuviste una educación, de que tienes acceso a la tecnología de nuestro tiempo. Disfruta de que hoy despertaste y sigues vivo. Hay tantas cosas que disfrutar en un sólo día.

Mira a tu alrededor, descubrelas, disfrutalas y vive.

Vive, vive el ahora, vive el presente, ¡vivelo ya!