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¿Estamos preparados para aceptar nuestros sentimientos?

A veces es complicado aceptar lo que sentimos. Los sentimientos no nos preguntan si es el momento adecuado para aparecer, simplemente aparecen. De pronto están ahí, sin que podamos hacer nada para que se vayan. Y nos arrollan, nos sobrepasan.

Fotógrafo: Ann Kathrin Hoffmann
Generalmente se nos enseña a no sentir: "Los chicos no llorán", "No es para tanto, no exageres", "¿Cómo es posible que te tomes tan a pecho semejante tontería?", "No le digas que estás enamorada, hazte la difícil para parecer interesante", "No le demuestres que te duele su actitud"...

Se nos ha educado para esconder nuestros verdaderos sentimientos, hasta el punto que está mal visto si uno dice que es feliz, porque parece que lo hace para regodearse frente a su interlocutor.

Y aún más difícil es expresar, comunicar los sentimientos, muchas veces nos es hasta dificil llamar a esos sentimientos por su nombre, sobre todo si son sentimientos "negativos" como ira, odio, enfado, frustración...

Pero no hay sentimientos ni buenos ni malos, ni negativos ni positivos, los sentimientos son eso, sentimientos y no hay que etiquetarlos de ninguna manera, ni juzgarlos. Lo que hay que hacer es reconocerlos, observarlos y decidir que acción tomaremos a partir de ellos. Todo sentimiento puede tener una acción positiva, incluso la ira. Por ejemplo si nos despiden de un trabajo por reestructuración de plantilla y nos sentimos iracundos podemos realizar dos tipos de acciones con esa ira. La acción destructiva que sería ponerse a gritar, golpear las instalaciones de la empresa o agredir a la persona que nos despidió, la acción constructiva sería pensar "Van a ver a quien han perdido, yo soy capaz de encontrar un trabajo mejor" y mandar el Curriculum Vitae a la competencia resaltando nuestro valor añadido por haber trabajado en la anterior empresa.

Este es un ejemplo laboral, pero lo mismo ocurre en nuestras relaciones personales e incluso en las actuaciones y sentimientos sobre nosotros mismos.

La proxima vez que aflore un sentimiento en tu ser parate a observarlo sin juzgarlo, llamalo por su nombre, acéptalo y después decide la acción que tomarás con respecto a ese sentimiento.

2 comentarios:

  1. hola silvia, escribo algo chungo porqu tengo un pinzamiento en un nervio que va del hombro al brazo izquierdo y tengo mucho dolor. estoy de acuerdo con lo que escribiste. abrazo

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  2. Cuidate Ramón ¿No será que te extralimitaste el fin de semana? (jejeje) Un abrazo.

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