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La clave está en el equilibrio

Cuanto más profundizo, cuanto más leo y cuanto más integro la espiritualidad en mi vida, más me doy cuenta que la verdadera clave está en el equilibrio.

Fotógrafo: jonathan spielbrink
El equilibrio entre la vida mundana y la espiritual, esa debe ser nuestra meta y esa es la llave para la felicidad. Somos humanos y por tanto precisamos de nuestra parte mundana: tenemos una hipoteca, compartimos la vida con nuestra pareja, hijos, familia, amigos, precisamos comida y además disfrutamos cuando la compartimos en buena compañía... Y también tenemos nuestras necesidades espirituales: necesitamos encontrarnos a nosotros mismos, encontrar nuestra posición en el universo, sentir nuestra unión con el todo y sentirnos plenos y en paz.

Cuando estamos en uno de los dos extremos, algo no funciona. Si sólo trabajamos en pos de acumular bienes materiales en búsqueda de sustituir lo que no cultivamos en nuestro interior con "cosas", al final nuestro cuerpo se resiste y terminamos con episodios de ansiedad, estress, enfermedades crónicas y una profunda frustración que no sabemos de donde viene, ya que a los ojos mundanos nada nos falta.

Si vamos al extremo contrario y nos comportamos como ascetas, normalmente huimos de algo, excepto que seamos seres que han alcanzado la iluminados. Sin embargo la mayoría que pasa de un extremo mundano a un extremo espiritual de golpe y sin medida, que abandona absolutamente todo, sin un fin real para hacerlo, sin tener claro porque y para que lo hace y lo que hará con su vida a partir de ahora, huye de algo. Se refugia en lo espiritual como quien se refugia en las drogas, en el alcohol o en cualquier otra cosa que calme el dolor del alma cual bálsamo. Si alguna vez te sientes tentado por este extremo radical, te aconsejo buscar apoyo en un Guía Espiritual que te ayude a encontrarte y centrarte, sin perderte y sin huir.

Si no tomas conciencia, si no enfrentas tus bloqueos, si no creces en este proceso, no habrás logrado nada.

Un ser espiritual encuentra su lugar y sabe disfrutar de la vida, la comparte con otros y se pone al servicio de los demás seres sintientes. Busca un propósito en su vida y lo realiza.

Busca el equilibrio y encontrarás la felicidad.

1 comentario:

  1. Has dado e el clavo. Yo he llegado a la misma conclusión.

    El equilibrio lo llevaria incluso al terreno moral pues como universo expresandose así mismo desde la singularidad tenemos la responsabilidad de equilibrar nuestro entorno en función de nuestras posiblidades y capacidades teniendo siempre en cuenta la ley universal de acción reacción para alcanzar el equilibrio.

    Saludos

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