Páginas

Mezcla de culturas

He comenzado mis vacaciones de este año y mi primera parada ha sido Córdoba. Una preciosa ciudad que no conocía, con eso de que lo tenemos dentro de España, pues al final uno no va nunca...

Eso si, Andalucía en verano es para los turistas y los valientes... yo me incluyo en los primeros, porque despues de dos días de calor, se me ha quitado la valentía y mientras el astro rey luce, yo busco la sombra o me cobijo en el interior de la habitación.

Fotógrafo: Silvia Marco
En la visita a Córdoba no pudo faltar la Mezquita, un lugar increible donde los haya. Bien es cierto que en España tenemos muchos lugares donde se entremezclan las culturas y donde judíos, musulmanes y/o cristianos han entremezclado sus costumbres, como puede ser Toledo o Zaragoza. Pero en la Mezquita esa fusión es prácticamente absoluta. La Mezquita de Córdoba fué en sus inicios, en 786, una iglesia visigoda que durante casi 200 años fue ampliandose hasta que en 987 convirtío en la Mezquita, para, finalmente, en 1238 despues de la Reconquista, se convirtió en Catedral cristiana.

El monumento ocmo tal me fascinó, sin embargo, yo esperaba sentir algo más dentro de ese templo donde se supone que durante más de 1000 años han pasado multitud de personas de diferentes culturas a profesar su fe. Sin embargo no fué así.

Probablemente influye el que ya no es realmente un templo de culto, sino un monumento turístico donde los turistas pasean a sus anchas haciendo fotos mientras se resguardan del calor. Posiblemente puede influir también que el paso por esas diferentes culturas se ha hecho desde el dolor, las conquistas y las guerras. Otro factor que he descubierto al leer sobre este templo es que cuando se construyó la Mezquita de Córdoba a diferencia de la mayoría de mezquitas, cuando fue construido el muro de la qibla no fue orientado hacia la Meca, sino 51º grados más hacia el sur, lo cual la incapacita para una posible oración o salat musulman, uno de los cinco pilares del islam (fuente de información: "Wikipedia") y por lo tanto no se oró tanto como yo pensaba. Aunque seguro que lo que más influyó fueron mis espectativas ante lo que yo pensaba que debía sentir...

Y esto es lo que muchas veces nos impide reconocer momentos especiales, el tener espectativas sobre lo que debe acaecer en un determinado lugar, un determinado momento o con una determinada persona. Lo mejor es no esperar nada así podremos disfrutar plenamente y con todos nuestros sentidos de lo que nos llegue.

2 comentarios:

  1. Creo que tienes mucha razón no se debe esperar, porque recibir sin esperar te abre el espíritu y te ayuda a crecer.

    ResponderEliminar
  2. Las expectativas pueden influir en como percibimos las cosas, por ejemplo cuando fui a Granada me habían dicho que La Alhambra habia que visitarla, y no busqué información, ni leí nada sobre ella, ni me hice expectativas, y al entrar sentí que estaba en el sitio más bello que han visto mis ojos, lo disfruté como un niño comiéndose un helado en pleno verano a la salida del cole (que no hay cole en verano, pero imagínatelo, jajajajaja)De todas formas en la foto que has colgado hay un degradé de colores fascinante, un halo de misticismo con los rayos de luz entrando por las ventanas altas que le dan una apariencia bonita al sitio. Te pongo un ejemplo, he visitado El Escorial 9 veces en mi vida, en tan solo un año fui 5, y cada vez fue especial porque me imaginaba que estaba en la época que se construyó y vivi con la imaginación el sitio, una de las visitas especiales fue un día martes (creo recordar que ese era el día) y creo que era el único turista dentro de todo El Escorial, estuve solo al menos 2 horas paseando por todas sus habitaciones, una pasada. Te podrás imaginar lo que sentí, "no me lo esperaba" Besos.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tus comentarios! Por favor, se respetuoso.